TIENDA DE SENTIMIENTOS

Objetivos:
þ Dedicado a el Día
del Amor.
þ Valorar los
diferentes tipos de amor, y destacar que ninguno como el amor de Dios.
Escenografía: Una tienda muy bien adornada, con decoración alusiva al
amor. Con un letrero que diga: “Tienda
de Sentimientos”
Introducción:
El amor es la fuerza que renueva el espíritu
de los hombres, es la dulce brisa, lágrima ardiente, la fresca sonrisa, es
grato, dulce y tierno delirio, el amor encadena los corazones y los funde en un
solo eslabón, así lo define un poeta.
“El amor es todo en esta vida”. Aquellos que confían en la infinidad del amor
pueden agregar a esta afirmación que: el amor es la esencia de toda la vida,
tanto de la vida terrenal, como de la vida celestial. De nada sirve vivir, sino hay amor. No existirían los sueños y las ilusiones sino
tienen un principio de amor en alguien o algo.
Los años pueden pasar, pueden
pasar los meses, pasarán los hombres y sus ideales; pasará la ciencia, pero el
amor permanecerá por toda la eternidad y nunca dejará de ser. Mas el amor es manifestado de muchas maneras
de acuerdo a los intereses de las personas: el amor a la familia, al trabajo, a
los ideales, amigos, al intelecto, a las riquezas, convirtiéndose en la
prioridad del ser humano, dedicando su vida y su ser a dicho objetivo.
El programa de esta noche desea darte a
conocer los diferentes tipos de amor que existen, pero como el amor divino
ninguno puede compararse. Amor que
puedes compartir con el excelso creador al entregarle tu vida.
(Entra un anciano con un gran maletín, y se
sienta en la parte de afuera de la tienda.
Luego entra el vendedor)
Vendedor: (Habla con énfasis) ¡Hoy es un día más de venta! Pero es un día muy singular, pues es el Día
del Amor, y eso es lo que ofertaré a las personas que vengan a mi tienda en
esta ocasión: el más preciado de los sentimientos: ¡El amor!
(Entra una muchacha que recita una poesía
alegórica al amor) (Cuando termina de recitar el vendedor dice: Si, ofertaré el
amor en las más variadas y diversas formas.
Estoy seguro de que la venta tendrá mucho éxito.
(Se pone a arreglar el mostrador, hasta que
se percata del anciano que está sentado en la parte de afuera de la tienda)
Vendedor: Buenas señor. ¿Desea algo, le puedo ofrecer algún artículo
de mi modesta tienda?
Anciano:
No muchas gracias.
Vendedor: (Sigue organizando el mostrador y
los artículos de su tienda) (Entra un joven por el pasillo central de la
iglesia)
Joven: Buenas Señor. (El vendedor le contesta
el saludo) Estaba transitando por aquí,
y vi el letrero de su tienda y entré para ver que está ofertando.
Vendedor: En esta tienda ofertamos el más
preciado y poderoso sentimiento: El Amor.
Joven:
Quizás, sea eso lo que necesite en mi vida; pues yo estimo mucho a mis
amigos pero estos se quejan de que soy un poco tosco y no demuestro mi
afecto hacia ellos.
Vendedor: Me gozo en decirle que usted es un
joven con suerte, y que ha venido al lugar correcto. Aquí tenemos el amor que fortalece los lazos
de amistad. (El vendedor toma un corazón y se lo entrega al joven) Es todo
suyo, y no se preocupe por el precio; es una oferta de la tienda.
Joven: Gracias, muchas gracias. No sé como retribuírselo, ahora podré ser un
mejor amigo y ofrecer a los que me rodean una verdadera amistad.
(El joven sale por un lateral de la iglesia y
entra un empresario con su niño de
mano. El empresario está hablando por
teléfono con su celular en la mano.)
Empresario: No, no Michel no debes cerrar el
contrato con la compañía Prestur, no podemos perder la oportunidad de adquirir
las acciones que esta nos ofrece...
(El empresario es interrumpido por su niño
que le dice:9
Niño: Papi, llévame al parque.
Empresario: No mi niño ahora no puedo. ¿No ves que estoy ocupado?
(El niño se pone bravo y dice: Siempre me dices lo mismo, tú nunca puedes.
Empresario: Mira, no me repliques. Eres igual
que tú madre que no se cansa de reñirme por el trabajo que desempeño, pero
¿Cómo se mantiene la casa y de dónde salen las comodidades, eso si no se lo
preguntan? Pues para que lo sepan que
las necesidades de nuestras vidas se sacian gracias a mi trabajo...
¡Oh! La llamada... disculpa Michel por
detenerte ...escucha, compra las acciones y sierra por completo el negocio ¿Ok?
Chao
(El empresario termina la llamada y se
detiene frente a la tienda para mirar el letrero)
Empresario: Vaya, vaya, esto es lo que
necesito para resolver my problems.
Niño: ¿Qué problema papi? (El empresario se
dirige al niño y le dice: Tú y tu madre son mi único problema, pues no
entienden de una vez y por todas que yo me debo a mi trabajo, y que todo mi
tiempo lo dedico a ello, mientras que ustedes me critican y critican. ¡pues ya no aguanto más!
Vendedor: Dígame señor. ¿Qué se le ofrece?
Empresario: Necesito un amor dedicado solo al
trabajo, un amor que tenga solo como centro y único objetivo mi labor como
empresario y nada más.
Vendedor: Mire, me disculpa yo pienso que
debe analizarlo bien, ¿renunciaría Ud. a su familia y al cariño que esta le
profesa, para dedicar tiempo completo al trabajo?
Empresario:
No se disculpe en vano, Ud. no está aquí para pensar por sus clientes,
sino para vender lo que estos le soliciten; y en cuanto a mi familia le quiero
informar que mi especial y única prioridad es el trabajo.
Vendedor: Bueno si esta es su decisión...
(Sale el empresario por el pasillo central de
la iglesia con el niño que le sigue triste y cabizbajo) (Entra una pareja de
jóvenes recién casados)
Hombre: Buenas noches.
Vendedor: Buenas noches. ¿En qué le puedo
ayudar?
Hombre: Somos una pareja recién casada, y
necesitamos adquirir amor para que nuestra relación goce de respeto y
consideración, ya que hemos tenido nuestras primeras y desagradables disputas.
Mujer: Si, deseamos con todo nuestro ser que
nuestra unión sea coronada con amor, y que todo sea inspirado y reafirmado en
amor.
Vendedor: Me alegro que hayan decidido
adquirir el amor, el cual es benigno, no se envanece, todo lo cree, todo lo
soporta y es el centro de toda relación de pareja, no hay prueba que el amor no
venza. Tomen este obsequio por cuenta de
la casa.
(sale la pareja por el lateral y por el entra
el idealista)
Idealista: Yo creo en la lucha de los hombres
justos que desean la igualdad de todas las razas y que sus derechos sean
respetados. Deseo un amor que me permita
consagrarme a esta justa causa, que pueda ofrecer mi vida si esto es necesario.
Vendedor: ¿Puede ser su causa tan importante,
que desee hasta sacrificar su vida por la misma? ¿No habrá causas más prometedoras y
maravillosas?
Idealista: Para mi no hay otra, así que
véndame el amor que le pido.
Vendedor: Bien, tome. (Sale el idealista por
el pasillo central de la iglesia y entra la letrada leyendo un libro que trae
entre las manos.
Letrada: Hola. ¿Cómo está? Necesito me venda el amor a la lectura y al
estudio, el cual me permitirá superarme y llenar mi mente de útiles
conocimientos. Yo pienso que no hay
mejor amigo que un instructivo e interesante libro, así que si es tan amable le
pido que me complazca.
Vendedor: Es bueno saber que todavía hay
jóvenes que leen y se alimentan del conocimiento de los libros de textos,
aunque si me permite le recomendaré un magnífico libro.(El vendedor saca una
Biblia, y se la da a la joven) La lectura de este libro le ayudará en todas las
esferas de su vida.
Letrada: Muchas gracias es usted muy amable,
le prometo que leeré detenidamente este libro que me ha ofrecido y lo aplicaré
a mi vida. ¡Se lo prometo! (sale la
letrada por el lateral de la iglesia)
Vendedor: Yo sabía que la venta iba a ser
fructífera, no ha pasado ni media hora y ya han acudido a mi establecimiento
varios clientes. El amor es un precioso
sentimiento.
(Parte Especial ) (Himno del amor) (Posterior
al himno, entra la ostentosa por el pasillo central de la iglesia, trae un cofre
con joyas en las manos y con un ropaje fino)
Vendedor: Buenas, bienvenida a mi humilde
tienda. ¿Desea algo?
Ostentosa: Si. Deseo apreciar más la hermosura y belleza de
las joyas que poseo y de las que pudiera adquirir en un futuro, pero para ello
necesito la pasión y la dedicación del amor, véndame el amor para aprovechar
esas cualidades.
Vendedor: La belleza de diamantes y joyas no
es lo más importante para el amor, pues el mismo se desarrolla en la humildad,
sencillez y honradez de los corazones humanos, esos son los verdaderos tesoros
del amor. Lo que me solicita usted es un
amor mutilado y a medias, ningún amor puede sobrevivir en esas condiciones, o
es todo o es nada. (La ostentosa con gesto de desprecio dice al vendedor)
Ostentosa: No vine a escuchar sermones sobre
el amor, solo lo deseo y quiero que me lo de a cualquier precio.
Vendedor: No es por el precio señora, el amor
no tiene precio; no hay riqueza por la cual podamos obtenerlo en verdad.
Ostentosa: No estoy dispuesta a seguir escuchándole,
así que iré a otro establecimiento que puedan venderlo. (La ostentosa hace por
irse, pero el vendedor la detiene)
Vendedor:
Señora no se marche, por mucho que busque a miles de kilómetros no
encontrará otra tienda que venda lo que nosotros ofertamos, soy ante todo un
vendedor y me debo a caprichos y deseos de los clientes; no puedo permitir que
estos se marchen disgustados con nuestros servicios,
tenga el amor a las riquezas que usted
solicita y tanto desea. (La ostentosa
sale por el lateral sin despedirse)
Vendedor: Es triste ver como algunas personas
desechan el verdadero y único sentido del amor, desperdiciándolo en meros
caprichos y vanidades. No lo valoran, ni
le estiman como fuente de alegría y felicidad.
(El anciano que estaba sentado en el banco se para y hace por acercarse
al mostrador)
Vendedor: ¿Puedo ayudarle en algo Señor?
Anciano: Ahora no, quizás más adelante. (El
anciano se sienta indeciso, y queda en silencio) (Entra la pareja de jóvenes
recién casados y se dirigen al vendedor)
Hombre: Estimado vendedor, hemos regresado
para agradecerle la atención que Ud. tuvo con nosotros, deseamos comunicarle
que su obsequio nos ha ayudado a tener una vida más tranquila y equilibrada en
nuestra relación, estamos felices porque en nuestro hogar se respira amor.
Mujer: Todo es bello en nuestro hogar, porque
hay amor. (La pareja canta el himno:
“Todo es bello en el hogar” y se retiran)
Vendedor: Me siento satisfecho, pues he
comprendido que el amor es el aliento para toda
persona que lo considere como algo importante e imprescindible para su
vida.
(El anciano se levanta y se dirige al
vendedor)
Anciano: Querido amigo, yo soy un viejo que
ha cambiado todos los rincones del planeta, buscando un sentido para mi vida, y
he sido testigo como diversas personas han venido a tu tienda en busca de ese
sentimiento tan precioso: el amor. Yo
necesito que mi vida se llene de esa mágica fuerza que mueve el universo.
Vendedor: Yo le recomendaría un amor que es
único e insuperable pero, a la vez es muy costoso.
Anciano: No importa, yo tengo el dinero para
pagarlo. (El anciano saca la billetera la abre y la presenta al vendedor.)
Vendedor: No señor, creo que no me entiende,
no le hablo de dinero sino de sacrificio, esfuerzo, de renunciar a si mismo y
dejarse transformar por completo, hablo de decisión, hablo de aceptar la
eternidad antes a la mundanalidad, hablo de un nombre que es sobre todo nombre,
y ese es el de Cristo Jesús.
Anciano: ¿Me hablas de Dios?
Vendedor: Si, ese es el amor más hermoso que
tengo en mi tienda. Es el amor que pocos
buscan, pues no todos son capaces de renunciar a su yo, a sus intereses
personales para vivirlo y experimentarlo.
Es algo que solo buscan los que se sienten cansados y sufridos, solo los
que no temen acercarse a la cruz, alzar la mirada y observar el glorioso
sacrificio de la redención, solo aquellos que buscan a Dios de todo corazón
pueden tener este preciado tesoro. ¡Ese
es el amor que le recomiendo llevar de mi tienda!
Anciano: Estoy dispuesto a tomar ese tesoro
tan preciado, desde hoy llevaré ese amor como principio de vida, y trataré de
honrarlo con todo mi ser desde hoy; Jesús el Cristo será mi único y amante
amigo.
Parte Especial
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