TIENDA DE SENTIMIENTOS
Por: Igor A. Bello Rodríguez
Objetivos:
þ Dedicado a el Día del Amor.
þ Valorar los diferentes tipos
de amor, y destacar que ninguno como el amor de Dios.
Escenografía:
Una tienda muy bien adornada, con decoración alusiva al amor. Con un letrero que diga: “Tienda de
Sentimientos”
Introducción:
El amor es la fuerza que renueva el espíritu de los
hombres, es la dulce brisa, lágrima ardiente, la fresca sonrisa, es grato,
dulce y tierno delirio, el amor encadena los corazones y los funde en un solo
eslabón, así lo define un poeta.
“El amor es todo en esta vida”. Aquellos que confían en la infinidad del amor
pueden agregar a esta afirmación que: el amor es la esencia de toda la vida,
tanto de la vida terrenal, como de la vida celestial. De nada sirve vivir, sino hay amor. No existirían los sueños y las ilusiones sino
tienen un principio de amor en alguien o algo.
Los años pueden pasar, pueden
pasar los meses, pasarán los hombres y sus ideales; pasará la ciencia, pero el
amor permanecerá por toda la eternidad y nunca dejará de ser. Mas el amor es manifestado de muchas maneras
de acuerdo a los intereses de las personas: el amor a la familia, al trabajo, a
los ideales, amigos, al intelecto, a las riquezas, convirtiéndose en la
prioridad del ser humano, dedicando su vida y su ser a dicho objetivo.
El programa de esta noche desea darte a conocer los
diferentes tipos de amor que existen, pero como el amor divino ninguno puede
compararse. Amor que puedes compartir
con el excelso creador al entregarle tu vida.
(Entra un anciano con un gran maletín, y se sienta
en la parte de afuera de la tienda.
Luego entra el vendedor)
Vendedor: (Habla con énfasis) ¡Hoy es un día más de venta! Pero es un día muy singular, pues es el Día
del Amor, y eso es lo que ofertaré a las personas que vengan a mi tienda en
esta ocasión: el más preciado de los sentimientos: ¡El amor!
(Entra una muchacha que recita una poesía alegórica
al amor) (Cuando termina de recitar el vendedor dice: Si, ofertaré el amor en
las más variadas y diversas formas.
Estoy seguro de que la venta tendrá mucho éxito.
(Se pone a arreglar el mostrador, hasta que se
percata del anciano que está sentado en la parte de afuera de la tienda)
Vendedor: Buenas señor. ¿Desea algo, le puedo ofrecer algún artículo
de mi modesta tienda?
Anciano: No
muchas gracias.
Vendedor: (Sigue organizando el mostrador y los
artículos de su tienda) (Entra un joven por el pasillo central de la iglesia)
Joven: Buenas Señor. (El vendedor le contesta el
saludo) Estaba transitando por aquí, y
vi el letrero de su tienda y entré para ver que está ofertando.
Vendedor: En esta tienda ofertamos el más preciado y
poderoso sentimiento: El Amor.
Joven:
Quizás, sea eso lo que necesite en mi vida; pues yo estimo mucho a mis
amigos pero estos se quejan de que soy un poco tosco y no demuestro mi
afecto hacia ellos.
Vendedor: Me gozo en decirle que usted es un joven
con suerte, y que ha venido al lugar correcto.
Aquí tenemos el amor que fortalece los lazos de amistad. (El vendedor
toma un corazón y se lo entrega al joven) Es todo suyo, y no se preocupe por el
precio; es una oferta de la tienda.
Joven: Gracias, muchas gracias. No sé como retribuírselo, ahora podré ser un
mejor amigo y ofrecer a los que me rodean una verdadera amistad.
(El joven sale por un lateral de la iglesia y
entra un empresario con su niño de
mano. El empresario está hablando por
teléfono con su celular en la mano.)
Empresario: No, no Michel no debes cerrar el
contrato con la compañía Prestur, no podemos perder la oportunidad de adquirir
las acciones que esta nos ofrece...
(El empresario es interrumpido por su niño que le
dice:9
Niño: Papi, llévame al parque.
Empresario: No mi niño ahora no puedo. ¿No ves que estoy ocupado?
(El niño se pone bravo y dice: Siempre me dices lo mismo, tú nunca puedes.
Empresario: Mira, no me repliques. Eres igual que tú
madre que no se cansa de reñirme por el trabajo que desempeño, pero ¿Cómo se
mantiene la casa y de dónde salen las comodidades, eso si no se lo
preguntan? Pues para que lo sepan que
las necesidades de nuestras vidas se sacian gracias a mi trabajo...
¡Oh! La llamada... disculpa Michel por detenerte
...escucha, compra las acciones y sierra por completo el negocio ¿Ok? Chao
(El empresario termina la llamada y se detiene
frente a la tienda para mirar el letrero)
Empresario: Vaya, vaya, esto es lo que necesito para
resolver my problems.
Niño: ¿Qué problema papi? (El empresario se dirige
al niño y le dice: Tú y tu madre son mi único problema, pues no entienden de
una vez y por todas que yo me debo a mi trabajo, y que todo mi tiempo lo dedico
a ello, mientras que ustedes me critican y critican. ¡pues ya no aguanto más!
Vendedor: Dígame señor. ¿Qué se le ofrece?
Empresario: Necesito un amor dedicado solo al
trabajo, un amor que tenga solo como centro y único objetivo mi labor como
empresario y nada más.
Vendedor: Mire, me disculpa yo pienso que debe
analizarlo bien, ¿renunciaría Ud. a su familia y al cariño que esta le profesa,
para dedicar tiempo completo al trabajo?
Empresario:
No se disculpe en vano, Ud. no está aquí para pensar por sus clientes,
sino para vender lo que estos le soliciten; y en cuanto a mi familia le quiero
informar que mi especial y única prioridad es el trabajo.
Vendedor: Bueno si esta es su decisión...
(Sale el empresario por el pasillo central de la
iglesia con el niño que le sigue triste y cabizbajo) (Entra una pareja de
jóvenes recién casados)
Hombre: Buenas noches.
Vendedor: Buenas noches. ¿En qué le puedo ayudar?
Hombre: Somos una pareja recién casada, y
necesitamos adquirir amor para que nuestra relación goce de respeto y
consideración, ya que hemos tenido nuestras primeras y desagradables disputas.
Mujer: Si, deseamos con todo nuestro ser que nuestra
unión sea coronada con amor, y que todo sea inspirado y reafirmado en amor.
Vendedor: Me alegro que hayan decidido adquirir el
amor, el cual es benigno, no se envanece, todo lo cree, todo lo soporta y es el
centro de toda relación de pareja, no hay prueba que el amor no venza. Tomen este obsequio por cuenta de la casa.
(sale la pareja por el lateral y por el entra el
idealista)
Idealista: Yo creo en la lucha de los hombres justos
que desean la igualdad de todas las razas y que sus derechos sean
respetados. Deseo un amor que me permita
consagrarme a esta justa causa, que pueda ofrecer mi vida si esto es necesario.
Vendedor: ¿Puede ser su causa tan importante, que
desee hasta sacrificar su vida por la misma?
¿No habrá causas más prometedoras y maravillosas?
Idealista: Para mi no hay otra, así que véndame el
amor que le pido.
Vendedor: Bien, tome. (Sale el idealista por el
pasillo central de la iglesia y entra la letrada leyendo un libro que trae
entre las manos.
Letrada: Hola. ¿Cómo está? Necesito me venda el amor a la lectura y al
estudio, el cual me permitirá superarme y llenar mi mente de útiles
conocimientos. Yo pienso que no hay
mejor amigo que un instructivo e interesante libro, así que si es tan amable le
pido que me complazca.
Vendedor: Es bueno saber que todavía hay jóvenes que
leen y se alimentan del conocimiento de los libros de textos, aunque si me
permite le recomendaré un magnífico libro.(El vendedor saca una Biblia, y se la
da a la joven) La lectura de este libro le ayudará en todas las esferas de su
vida.
Letrada: Muchas gracias es usted muy amable, le
prometo que leeré detenidamente este libro que me ha ofrecido y lo aplicaré a
mi vida. ¡Se lo prometo! (sale la
letrada por el lateral de la iglesia)
Vendedor: Yo sabía que la venta iba a ser
fructífera, no ha pasado ni media hora y ya han acudido a mi establecimiento
varios clientes. El amor es un precioso
sentimiento.
(Parte Especial ) (Himno del amor) (Posterior al
himno, entra la ostentosa por el pasillo central de la iglesia, trae un cofre
con joyas en las manos y con un ropaje fino)
Vendedor: Buenas, bienvenida a mi humilde
tienda. ¿Desea algo?
Ostentosa: Si.
Deseo apreciar más la hermosura y belleza de las joyas que poseo y de
las que pudiera adquirir en un futuro, pero para ello necesito la pasión y la
dedicación del amor, véndame el amor para aprovechar esas cualidades.
Vendedor: La belleza de diamantes y joyas no es lo
más importante para el amor, pues el mismo se desarrolla en la humildad,
sencillez y honradez de los corazones humanos, esos son los verdaderos tesoros
del amor. Lo que me solicita usted es un
amor mutilado y a medias, ningún amor puede sobrevivir en esas condiciones, o
es todo o es nada. (La ostentosa con gesto de desprecio dice al vendedor)
Ostentosa: No vine a escuchar sermones sobre el
amor, solo lo deseo y quiero que me lo de a cualquier precio.
Vendedor: No es por el precio señora, el amor no
tiene precio; no hay riqueza por la cual podamos obtenerlo en verdad.
Ostentosa: No estoy dispuesta a seguir escuchándole,
así que iré a otro establecimiento que puedan venderlo. (La ostentosa hace por
irse, pero el vendedor la detiene)
Vendedor:
Señora no se marche, por mucho que busque a miles de kilómetros no
encontrará otra tienda que venda lo que nosotros ofertamos, soy ante todo un
vendedor y me debo a caprichos y deseos de los clientes; no puedo permitir que
estos se marchen disgustados con nuestros servicios,
tenga el amor a las riquezas que usted solicita y
tanto desea. (La ostentosa sale por el
lateral sin despedirse)
Vendedor: Es triste ver como algunas personas
desechan el verdadero y único sentido del amor, desperdiciándolo en meros
caprichos y vanidades. No lo valoran, ni
le estiman como fuente de alegría y felicidad.
(El anciano que estaba sentado en el banco se para y hace por acercarse
al mostrador)
Vendedor: ¿Puedo ayudarle en algo Señor?
Anciano: Ahora no, quizás más adelante. (El anciano
se sienta indeciso, y queda en silencio) (Entra la pareja de jóvenes recién
casados y se dirigen al vendedor)
Hombre: Estimado vendedor, hemos regresado para
agradecerle la atención que Ud. tuvo con nosotros, deseamos comunicarle que su
obsequio nos ha ayudado a tener una vida más tranquila y equilibrada en nuestra
relación, estamos felices porque en nuestro hogar se respira amor.
Mujer: Todo es bello en nuestro hogar, porque hay
amor. (La pareja canta el himno: “Todo
es bello en el hogar” y se retiran)
Vendedor: Me siento satisfecho, pues he comprendido
que el amor es el aliento para toda
persona que lo considere como algo importante e imprescindible para su
vida.
(El anciano se levanta y se dirige al vendedor)
Anciano: Querido amigo, yo soy un viejo que ha
cambiado todos los rincones del planeta, buscando un sentido para mi vida, y he
sido testigo como diversas personas han venido a tu tienda en busca de ese
sentimiento tan precioso: el amor. Yo
necesito que mi vida se llene de esa mágica fuerza que mueve el universo.
Vendedor: Yo le recomendaría un amor que es único e
insuperable pero, a la vez es muy costoso.
Anciano: No importa, yo tengo el dinero para
pagarlo. (El anciano saca la billetera la abre y la presenta al vendedor.)
Vendedor: No señor, creo que no me entiende, no le
hablo de dinero sino de sacrificio, esfuerzo, de renunciar a si mismo y dejarse
transformar por completo, hablo de decisión, hablo de aceptar la eternidad
antes a la mundanalidad, hablo de un nombre que es sobre todo nombre, y ese es
el de Cristo Jesús.
Anciano: ¿Me hablas de Dios?
Vendedor: Si, ese es el amor más hermoso que tengo
en mi tienda. Es el amor que pocos
buscan, pues no todos son capaces de renunciar a su yo, a sus intereses
personales para vivirlo y experimentarlo.
Es algo que solo buscan los que se sienten cansados y sufridos, solo los
que no temen acercarse a la cruz, alzar la mirada y observar el glorioso
sacrificio de la redención, solo aquellos que buscan a Dios de todo corazón
pueden tener este preciado tesoro. ¡Ese
es el amor que le recomiendo llevar de mi tienda!
Anciano: Estoy dispuesto a tomar ese tesoro tan
preciado, desde hoy llevaré ese amor como principio de vida, y trataré de
honrarlo con todo mi ser desde hoy; Jesús el Cristo será mi único y amante
amigo.
Parte Especial